GP de Bélgica: Spa

Por segunda vez en su historia CGC llega a Spa-Francorchamps, cuyo fantástico y reputadísimo circuito siempre se ha caracterizado desde sus orígenes por lo impredecible de sus condiciones meteorológicas, que muchas veces hacen que una parte de la pista esté seca mientras en el otro extremo llueve de forma torrencial. La siguiente prueba de esta temporada va a poner a prueba a todos los pilotos, tanto la pericia y habilidad en el pilotaje como las dotes de estrategia en una cirunstancias de climatología cambiante que exigirá reflejos mentales rápidos y productivos.

Aunque no creemos que muchos necesiten que se les hable de la pasión que un piloto puede sentir por éste circuito, lo cierto es que no podemos comparar Spa con cualquier otro trazado del mundial, pues ninguno tiene tantos desniveles ni da la sensación de conducir por una carretera abierta en medio de un profundo bosque. Quizás solamente el antiguo Nürburgring Nordschleife podría transmitirnos una sensación similar aunque el mítico "Infierno Verde", de 21 kilómetros, es un circuito enorme comparado con los 7 kilómetros y 21 curvas del trazado belga. Siempre se ha dicho que Spa es como una montaña rusa, pues este circuito tiene un brutal desnivel de 106 metros entre la zona más alta y la zona más baja. El desnivel más pronunciado se da en la famosa curva de Eau-Rouge, donde en la sesión de clasificación podríamos ver a los más osados y hábiles darla a fondo con el DRS activado.

Mañana martes, víspera de carrera, tendrán lugar los Entrenamientos Libres Oficiales, cuyo hilo de confirmación de la participación puede consultarse aquí.

La próxima cita del mundial de CGC nos lleva a un escenario de gala, el mejor posible: ¡Spa!